Salimos temprano desde Salta capital rumbo a Cafayate. En el hotel nos dieron algunas recomendaciones sobre como tomar la ruta 40 y fuimos en busca de nuevas aventuras por salta la linda.
El recorrido es bellisimo y la ruta esta en perfecta condiciones. Al llegar a Cafayate después del mediodía buscamos información en la secretaría de turismo en la plaza principal. Allí nos informaron donde podíamos alojarnos y los precios correspondientes.
Para la fecha estaba casi todo completo. Conseguimos una hosteria pegado a la regaleria. Estaba a precio pero era de lo más modesto que se pueda una imaginar. El desayuno se pagaba por separado. Las habitaciones con bastante olor a humedad y escasa privacidad. Muchos ruidos y a la hora de descansar llegaban las personas y con ellos, el ruido, el encendido de las luces etc.. Las mochilas de los baños eran de metal y a cadena asi que pueden imaginarse que se trataba de un lugar más que modesto. Los azulejos blancos y la griferia de hace unos 70 años para atrás. Durante la noche hasta el ruido de la canilla se sentía.
Insisto muy tranquilo el lugar pero a su vez muy básico.
Igualmente no puedo dejar de destacar el buen trato que existió hacia el turista y la seguridad. Durante la estadia dejamos el auto afuera del hotel y no hubo ningún inconveniente.
Cafayate es una ciudad segura y esta equipada para el turismo.
Durante la estadia almorzamos en Don francisco un bar frente a la plaza con precios módicos y también en "el Hornito" que es lugar hermoso y super económico. Sin dudas si les gusta la comida casera y abundante tienen que ir ahí. Tengan en cuenta el horario dado que cierra a las 15 hs y que la siesta es sagrada en el lugar.
Pasamos unos días maravillosos en Cafayate y a pesar del frío no hubo limitantes para disfrutar, relajarse y conocer.
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